El postoperatorio

-Hola Mayte ¿qué tal ha ido la noche?

-Fenomenal. En casa le dieron de beber un poco por la tarde, como hacemos con todos, y luego se “bebió” la lata que damos de postoperatorio. Me voy a llevar otra.

-Estupendo, a ver si la tenemos un poco controlada esta semana, para que no nos dé guerra la herida.

-Sí, estaremos con mil ojos Conchita, la tía no para. Espero que la gorguera la tranquilice algo. Aunque la veo que se maneja bien con ella, no tiene problemas para comer o para la calle. Se asusta algunas veces cuando se choca, pero se acostumbrará.

-Lo cierto es que es la decisión más importante que hay que tomar en el primer año de vida de un perro o un gato, pero es para siempre, y es acertada.

-Sí, y ya está hecho. En un par de semanas volveré a las clases de educación, tomaremos un pequeño descanso para que todo vaya bien, aunque luego me cueste más trabajar con ella y los otros perros.

-Y cuando se recupere, le haremos la analítica de leishmania antes de ponerle la primera dosis de vacuna. Lo normal es que dé negativo, pero por si acaso lo hacemos.

-Y las otras dos dosis del primer año, cada 21 días ¿no?

-Así es, ya lo programamos un par de semanas o tres después del alta de la cirugía. Tenemos que estar seguros de que su sistema inmune está en lo que tiene que estar, que no se nos disperse, jajajaja.

-Aunque la vacune, le pondré las pipetas y me llevaré un spray para cuando vaya al campo. Este año no ha llovido nada y vamos a tener más mosquitos y garrapatas que nunca…

-Sí, ya hay que poner de todo. Me parece buena elección la combinación de pipetas y spray. En un cachorro los collares tienen dos problemas: como crecen se les quedan pequeños, y el segundo es que se los pueden comer o morder, e intoxicarse. El año que viene combinarás collar y pipeta, que es más cómodo.

-Por cierto, tenemos que pendiente una excursión por el campo cuando esté bien, me apetece mucho.

-Eso está hecho, nos vamos con los niños y con Dolsa y pasamos el día. En cuanto deje de hacer frío lo organizamos. Miguel Ángel ¿tienes preparado el quirófano? Ya está aquí Lola para la cirugía, vamos poniendo la medicación preanestésica.

-Sí, ya está todo listo, cuando la tengáis preparada la bajamos. Avísame.

 

 

Se acabo la cirugia

-¡Mayteeeeeeeeeeeeee! No me oye. Voy a subir, quédate con ella.

-Ok

-Mayte, ya hemos acabado. Uy, perdón, no te había visto Gema. Que ya hemos acabado Mayte, todo bien.

-Voy para abajo ¿te importa atender a Gema?

-No, qué va. Corre. Hola Gema, es que acabamos de esterilizar a Dolsa.

-La famosa perra del blog ¿no? Me leo todas sus correrías, está hecha un bicho.

-Bueno, en realidad la mitad se las inventa Miguel Ángel. Son casos reales, pero de otros perros.

-Ah, ya decía yo que todo eso no le podía pasar al mismo perro en tan poco tiempo. Se te quitarían las ganas de tener uno, jajajaja-

-¿Qué necesitas?

Mientras tanto, abajo en el quirófano…

 

-Dolsa, ya estoy aquí.

-Aquí la tengo, con su mantita, todavía le falta un poco para que le quitemos el tubo. ¿Quieres quedarte con ella?

-Sí ¿está bien?

-La acabamos de bajar, todo ha ido fenomenal pero, eso sí, estaba a puntito de tener el celo.

-Menos mal, ya la empezaba yo a notar algo rara, igual era por eso.

-Cuidado, parece que quiere deglutir, quítale el tubo, ya lo he desinflado.

-Sí, eso es, ya está. Dolsa, Dolsa, ya está aquí mami.

-Auuuuuuuuuuauauauauaua, auuuuuuuuuuuuuauauauauaua

-Pobrecita, está soñando, se está despertando pero todavía tiene la borrachera, si fuera una persona estaría diciendo tonterías. Ha salido cantarina.

-Sería el momento de preguntarle cosas, secretos inconfesables, para que confesara.

-Qué bien Mayte, me alegra que tengas ganas de bromas, lo habrás pasado mal arriba.

-Bueno, me he entretenido revisando los pedidos, han venido clientes a comprar.

-Y el teléfono ha sonado varias veces…mejor, así se te ha pasado pronto.

-De todas formas, habéis tardado poco.

-Se lo decía a Conchita, como la perrita está delgada y fuerte, todo es más fácil. Bueno, me la subo en brazos y la dejamos arriba con la calefacción.

-Muchas gracias, ya me dirás lo que os debo.

-Anda ya, a estas alturas, qué cosas dices…

-Que sí, que yo sé los gastos que supone esto: la premedicación, la anestesia, los tubos, los sueros, las suturas, el material, vuestro tiempo vale, pero el resto…

-Será pesada la tía. Pregúntale a Conchita, a ver qué te dice.

-Conchita, que me digas qué os debo.

-Pero ¿tú estás tonta? Si Dolsa es como si fuera mía. Además, la elegí yo, así que no hay nada que hablar.

-Bueno, pues muchas gracias.

-Luego te acerco en coche a casa para que no ande.

-No hace falta, está muy cerca y Dolsa está bien, puede andar.

-Pero como es tan fuerte, no me fío, a ver si va a ir dando brincos. Mírala, ya está de pie y la acabamos de desentubar. Lo que yo digo…

-Bruta es un rato, a ver si conseguimos meterla en el coche sin que dé un salto.

-Ponle ya el collar isabelino, un 25 diría yo. El nº 20 le va a estar algo justo.

-Le pruebo un 20 primero…tienes razón, la punta del morro sale un poco, no me fío. Le pongo el 25.

-Tráetela esta tarde si quieres.

-No, la dejo en casa tranquila, la traigo mañana.

 

En el quirófano

-Cuando tú me digas Conchita, no empiezo hasta que esté en plano anestésico.

-A ver, satura bien de oxígeno, electro normal, CO2 en rango, presión bien…puedes empezar.

-Allá voy. Hago la primera incisión, mmm…qué bien.

-Todo bien, ventila ella sola, no le duele. Dime qué ves.

-Da gusto con las perritas que están bien de peso. Menuda musculatura abdominal tiene la tía, fuerte como un roble.

-Luego sutúrala bien, no me fío de esta, es muy burra, seguro que se pone a saltar en dos o tres días.

-Tranquila, ya sabes que con las capas que damos no hay problema. Bueno, le daremos una extra para reforzar. Fíjate, ni gota de grasa en el abdomen, todo se maneja estupendamente. Aquí está el ovario izquierdo.

-¿Y?
-Pues que está algo activo, yo creo que estaba a punto de tener el celo. Hemos hecho bien, si no lo hacemos ya hubiéramos tenido que esperar 3 ó 4 meses.

-¿Y el derecho?

-El derecho está tranquilo, ahora voy a por él. Ligo el pedículo ovárico y corto por encima. Ya está. Voy al derecho.

-¿Todo normal?

-Sí, por aquí sin novedad, y veo que ventila ella sola. Todo bien ¿no?

-Sí, acaba pronto, Mayte estará de los nervios.

-Ya sabes que aquí no hay que correr. Vamos fenomenal de tiempo, solo me queda ligar el cuello uterino y luego a cerrar. No hay prisa.

-Ya, si no quiero meterte prisa, es que estoy pensando en Mayte…

-Estupendo, ya está todo. Qué fácil ha sido. Pásame la sutura para el peritoneo y la aponeurosis interna.

-Toma.

-Gracias. Patrón continuo, luego uno de reinversión, a continuación el subcutáneo y para acabar la piel.

-¿Cuánto tiempo llevamos Miguel Ángel?

-Yo no llevo reloj, míralo tú.

-Qué despiste…20 minutos. ¿Qué te falta?

-El subcutáneo y la piel. En 5 minutos acabamos.

-Llamo a Mayte.

-No, espera a que terminemos y la bajemos. Aunque ya esté casi hecho, prefiero que no la vea encima de la mesa.

-Qué rica es la perrita ¿verdad?

-Riquísima, y muy lista. En cuanto llega a la clínica Mayte le pone una mantita en el mismo sitio siempre y se tumba allí. Hasta que alguien le dice algo, claro, y se levanta para que la mimen.

-No sé si nos va a querer después de esto.

-Que sí mujer, qué cosas tienes, ya sabes que Dolsa no sabe lo que le hemos hecho. Estará más parada con el collar isabelino, pero nos querrá igual o más. Ya he acabado, avisa a Mayte.

-Espera que te ayude a bajarla ¡Mayteeeeeeee!

 

¡ Llegó el día de la cirugía !

-Aquí estoy con Dolsa, venía tirando.

-Pensará que, como tú no le has dado de comer ni de beber, nosotros le daremos algo, jajajaja

-Pobrecita, no seas malo Miguel Ángel.

-No, mírala, me está pidiendo.

-Claro, está muerta de hambre. ¡Cuidado, que va al cubo de la fregona!

-Tranquila, lo he vaciado por si acaso. Venga, vamos a premedicarla para la cirugía. ¿Nos ayudas Mayte?

-Sí, pero luego os encargáis de todo, por favor.

-Tranquila, ya hemos preparado el quirófano: el material, el tubo, el suero, los gases…todo está listo para cuando esté ella preparada.

-Sujétala Miguel Ángel, que la inyecto.

-¿Por qué empiezas Conchita?

-Primero las subcutáneas, o sea, el antibiótico y en antinflamatorio, luego las intramusculares, el sedante y el analgésico. Voy…

-Muy bien Dolsa, fenomenal. Vamos a dejarla encima de una mantita, coge papel por si vomita.

-Sí, a veces puede haber algún vómito pero, a pesar de eso, los protocolos modernos de anestesia…

-Bueno, modernos no son, ya hace más de siete años que los usamos.

-Sí, pero son diferentes de los de antes. A estos los llamamos anestesia polimodal, porque se usan varios fármacos, a bajas dosis, con acciones que se suman y complementan. La otra ventaja es que, al ser las dosis tan bajas, cuando acaba la cirugía se recuperan fenomenal.

-Y no hay dolor, eso es lo principal.

-Es lo más importante, porque los analgésicos bloquean los receptores del dolor de forma que, cuando hacemos la primera incisión, no les duele.

 

Minutos después…

 

-Pues no ha vomitado, pero ya está muy borrachita. Le pongo la vía.

-Creo que nos la bajamos ya, Mayte. Te quedas tú arriba para atender el teléfono y la tienda ¿vale? Tranquila, que todo va a ir bien.

-Ya lo sé. Me avisáis cuando hayáis acabado, quiero estar cuando se despierte.

-No te preocupes que te avisamos. ¿Me ayudas Conchita?

-Déjame que la coja yo, tú vete abriendo las puertas.

-Ya le he puesto el suero, vamos a dormirla.

-Te sujeto la cabeza para que le pongas el tubo…ahá, ya está.

-Bueno, manos a la obra, le rasuramos la tripita, le ponemos los paños y empezamos.

 

Los resultados

-Ya tengo los resultados de los análisis, Conchita. Hemograma y bioquímica normales. Las proteínas un poco bajas, pero es una cachorra.

-Eso es Mayte, es normal que sean algo bajas por la edad. ¿Y el electro?

-Todo normal. Ni arritmias ni nada, morfología normal de todas las ondas.

-Fantástico. Pues mañana mismo la operamos, esta noche cuando te acuestes le quitas la comida y el agua, ya lo sabes.

-Pondré una nota en el frigo por si acaso.

-Cierra el baño, jajajajaja

-Sí, tranquila, ya lo hago mecánicamente desde que pasó aquello. Miguel Ángel …

-Dime Mayte.

-Que la hacemos mañana, la cirugía.

-¿Todo bien en el prequi?

-Sí, todo bien. Ya estoy algo más tranquila. Es lo normal, pero hasta que no lo ves…

-Por eso hacemos siempre los prequirúrgicos, 9 de cada 10 están bien, pero ese 10% que tiene algo se salva de un problema al hacerlo.

-Ya, por eso lo decía. ¿Te acuerdas de León?

-Claro, y de tantos otros. Bueno, la verdad es que no son muchos los que han quedado sin operar por el prequirúrgico, pero León venía cojo por un ligamento cruzado anterior y su insuficiencia renal no nos permitió programar su cirugía. Menos mal que hicimos el protocolo habitual.

-Y lleva 4 años con nosotros, está mayor, pero vivo.

-Y más importante que los prequirúrgicos –porque son necesarios, no porque no sean importantes- son los análisis anuales que hacemos a todos. Anda que no aparecen cosas en animales que parecen sanos ¿verdad?

-En los gatos, lo que más vemos son problemas renales, a veces en animales no tan mayores.

-Y en los perros, de todo un poco, y cada vez más hipercolesterolemia, sobre todo en los obesos. ¿Verdad Conchita?

-Y leucocitosis por diferentes motivos. Los glóbulos blancos aumentan en gatos por el estrés, por infecciones, por tantas cosas…

-Y la glucosa en gatos también puede elevarse por el estrés. Mayte, ¿tranquila para mañana?

-Sí, ahora sí, mañana ya veremos…

-A ver, esto lo hacemos casi todos los días, un poco más de media hora y ya está. Le pondremos su collar isabelino, y en una semana le damos el alta.

-A eso también le temo, con lo bruta que es.

-Tendrás que vigilarla para que no salte, se suba a los sitios, ya sabes, será complicado por lo activa que es, pero con el “cucurucho” a lo mejor se calma.

-Ya te contaré. Bueno, me voy para casa a sacarla, y luego al curso de educación. Mañana nos vemos.

El prequirúrgico

-Buenos días, aquí estoy con el bicho. Casi se come un trozo de papel de aluminio en el parque, y quería beber otra vez del retrete. Menos mal que he cerrado la puerta del baño esta noche antes de acostarme…

-A ver, está en ayunas y no entiende nada. Miguel Ángel, cuidado, que se ha puesto de pie para coger una chuche.

-Jajajaja, qué tía más salada. Ahora te damos la chuche, Dolsa, pero primero te hacemos el electro y luego la analítica. Vamos a tumbarla de lado para ponerle los electrodos. Chicas, a la de tres…

-Muy bien Dolsa. Mayte, Miguel Ángel, decidle cositas, que está un poco nerviosa, no sabe por qué la estamos sujetando.

-Dolsa, muy bien, ya falta poco. Ya estamos acabando el electro. Parece normal ¿no?

-Sí, no hay nada raro Mayte. De todas formas lo vas a revisar tú luego y nos lo confirmas. Venga, vamos a tomarle la sangre para darle unas chuches. Sujétamela Miguel Ángel, por favor. Coge los tubos Mayte.

-Toma los tubos Conchita. ¡Qué bien se ha portado mi niña!

-¿Qué esperabas? Si está viendo las chuches, ya no conoce. Venga, dale una ya, pobrecita, que se las ha ganado.

-En cuanto centrifugue la sangre me bajo para hacer los análisis.

-Tranquila, va estar todo bien.

-Ya, pero como tenemos el laboratorio en la clínica, no quiero esperar. Es lo bueno de tener los resultados rápido.

-Mujer, para una urgencia sí, pero esto es una cirugía programada. Lo puedes montar con el siguiente paciente al que tomemos sangre, no hay prisa. Veeeeenga, bájate y hazlo. Miguel Ángel, no la hagas de rabiar. Dale otra chuche.

-Es que quiero que se tumbe, que sabe hacerlo. Recuerda, nada es gratis.

-¿Se ha bajado ya Mayte?

-Sí.

-Está un poco nerviosa ¿no?

-Es normal, es su perra, imagínate si tú fueras médico y tuvieras que operar a uno de tus hijos.

-Claro, si la entiendo, yo no lo haría.

-Pues yo, depende, si la cirugía que tuviera que hacer la dominara, preferiría hacerla yo. Si no, no. El temor, el miedo, debe aparecer ante lo desconocido, no ante un acto rutinario. Y no digo que una cirugía o una anestesia sea una rutina, al contrario. Hay que tener el máximo respeto a cualquier procedimiento anestésico o quirúrgico, por simple que sea y parezca para nosotros. Nadie está libre de tener un accidente.

-Anda, cállate ya, que me estás poniendo nerviosa a mí. Tú es que eres de otra pasta.

-Es que si no está tranquilo el cirujano, ya me dirás tú…a mí me gusta lo que hago, no pienso nunca que las cosas van a ir mal. Hemos quedado en operarla este mismo Viernes ¿no?

 

 

 

Estoy pensando en la esterilización de Dolsa

Meses después…

 

Dolsa viene de visita a la clínica, para seguir trabajando la sociabilización con otros perros, que se acostumbre a jugar con ellos, porque de momento prefiere a las personas, es supercariñosa. Y al llegar a la puerta se encuentra a Conchita.

 

-¡Dolsa! Estás guapísima, cada vez me recuerdas más a mi Durga.

-Ya -contesta Mayte- sí que se parece, tiene la misma cara.

-Pero espero que Dolsa tenga mejor carácter porque Durga, en cuanto veía a una perra, se iba a por ella. De hecho la esterilicé por eso antes de tener un problema.

-De eso te quería hablar, yo creo que está llegando el momento. No sé si está a punto de tener el celo pero está un poco rara. ¿ Qué hacemos ? ¿ Esperamos un poco o lo hacemos ya ? Dime, Conchita, no sé qué hacer.

-Mira Mayte, no hay porqué esperar. Dolsa es de tamaño mediano y, con su edad, ya ha completado su crecimiento. Si fuera una perra más grande te diría que esperaras, podría tener alguna consecuencia, pero Dolsa ya está hecha. Vamos a programar la cirugía.

-Voy a mirar la agenda para ver qué mañana tenemos libre. Si puede ser un Viernes, mejor, así estoy el fin de semana con ella vigilándola.

-Me parece bien pero…¿Vas a querer estar en la cirugía o la hacemos nosotros?

-Si no os importa, prefiero no estar. Sé que lo vais a hacer bien, y a lo mejor yo me pongo nerviosa por ser mi perra.

-No te preocupes, lo entiendo, te iba a decir que casi mejor que no estés, a mí me pasó lo mismo cuando lo hice, y no tienes por qué pasar un mal rato . Bueno, vamos primero a citar el prequirúrgico.

-Vale, mañana la traigo en ayunas y le hacemos la analítica y el electrocardiograma. Si todo está bien la operáis el Viernes ¿vale?

-Estupendo, ya está decidido. Háblalo en casa, que ya está programado, no sea que alguien le dé de comer mañana por la mañana o el Viernes.

¡ Será cochina !

Mientras Dolsa descansaba me fui a mi habitación para prepararme para la ducha, esperando a que mi padre saliera del baño, cuando veo a Dolsa que viene con la boca mojada.

-Papá, ¿le has puesto agua a Dolsa? Os he dicho que no me gusta que beba nada más volver del paseo.

-Qué va hija, acabo de salir del baño y me he cruzado con ella. No le he puesto agua.

-¿Te has duchado? A lo mejor ha bebido del plato de ducha.

-No, he orinado nada más.

De repente, me viene un olor y un pensamiento al tiempo que me acerco al hocico de Dolsa.

-¡Papáaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡A esta perra le huele la boca a pis! ¡Será cerda!

-Pobrecita, debía de tener sed y ha metido la cabeza en el retrete, jajajajajaja.

-¡Qué asco! Hoy ya no te beso, cochina. Mírala, qué contenta está.

-Es que la sed es muy mala, hija. De todas formas habrán sido un par de lametazos, no le ha dado tiempo a más.

-¿Por qué no has tirado de la cadena?

-No hay quién os entienda. Que si por un pis solo no tire para no gastar agua, que ahora sí que debo hacerlo. A ver si os aclaráis un poco…Y métete en la ducha, que te vas a enfriar.

 

Semanas más tarde…

Dolsa está haciendo grandes progresos en la calle. Va junto a mí siempre, obedece, la veo muy contenta y eso me hace feliz. Sigue estando muy pendiente de los demás perros, es normal, en esos casos sí que intenta ir a jugar aunque yo le diga que se quede.

¡Y cómo ha crecido! Ya no tiene ese andar tan desgarbado de cuando era cachorrita. Tiene casi 5 meses y está preciosa. Aunque de vez en cuando hace alguna de las suyas.

Sin ir más lejos, ayer, en casa.

Volvíamos de nuestro largo paseo de la tarde, había jugado con sus amigos, corrido todo lo que quiso, venía bien cansada. En esos casos, lo mejor es que no tenga acceso inmediato al agua al llegar a casa. Una ingesta grande de agua, unido a los gases que ha tragado con el ejercicio puede hacer que, al cenar, se produzca una torsión de estómago. He visto alguna y es muy, pero que muy grave. Y los Pastores Alemanes son raza predispuesta, aunque Dolsa no sea pura. Así que la dejo que se calme, descanse un rato y luego le ofrezco el agua, y más tarde su cena.

Pero surgió un imprevisto y, claro, no pude evitar lo que ocurrió.

Menudo corte

-¿ Qué pasa mamá ? ¿ Qué le pasa a Dolsa ahora ?

-Pues que está sangrando por una pata, se ha debido pinchar con algo, pero no se deja mirar y sangra bastante. Mira, es la pata de delante, la derecha.

-Ya lo veo, tráela aquí, vamos a subirla. ¿ Qué te parece Conchita ?

-Pues que habrá que coserlo, pero primero quiero ver qué hay aquí.

-¿ Ves algo ?

-Sí, parece algo brillante. Déjame esas pinzas; Miguel Ángel.

-Toma, sujétala bien Mayte, tú delante y yo detrás.

-Aaaaaaaquí te tengo, mira qué cristal.

-Es marrón, parece de litrona.

-Ha sido en el jardín de enfrente de casa, estaba haciendo pis y luego la he visto que manchaba de sangre la acera.

-Ya mamá, no es culpa tuya, son los que rompen las botellas los responsables.

-Imagínate que un niño va a coger una pelota y se cae, se corta igual.

-En fin, vamos a limpiar bien la herida primero. Pásame la clorhexidina, por favor, y las gasas. Ahá, ya está bien limpita la herida. Es justo entre el pulpejo central y el primer dedo, creo que lo podré coser, quedará bien.

-Pero se va a tocar seguro -dice la madre-, que la conozco.

-No se preocupe, que lo vamos a vendar.

-Se lo quita, vamos que se lo quita.

-No, mamá, que encima le pondremos tensoplast, y si hace falta le colocamos una gorguera. ¿ Tienes todo para coserlo, Conchita ?

-Sí, voy. Muy bien, Dolsa, dos puntitos y ya está. Qué bien se está portando.

-Es que la tenemos bien sujeta. Toma las gasas y la venda. Y el tensoplast.

-¿ Cuánto tiempo tiene que tenerlo vendado ?

-Si no se lo toca ni se moja, nos gusta cambiarlo cada 3 días.

-Y los puntos ¿ cuándo se los quitáis ?

-Me imagino que en 10 días o así estará bien, lo iremos revisando cada vez que cambiemos el vendaje.

-Sí, mejor lo hacéis aquí, que nosotras solas no sé si vamos a poder.

-Sí, mamá, lo hacemos aquí tú y yo el próximo día y si nos apañamos, luego ya lo hacemos en casa el resto de las veces.

-No te olvides del antibiótico Mayte, ahora se lo pongo yo, pero 8 ó 10 días sí que sería conveniente. Es una herida incisa, que se infectará si no la curamos bien. Luego te lo llevas.

-Muchas gracias, siento haberos molestado chicos.

-No se preocupe, mejor así, estábamos aquí y entre todos es más fácil. Lo importante ahora es que no se toque.