Hipertiroidismo felino

¿ Tu gat@ está delgad@ a pesar de lo que come ?

¿ Tiene 8 años o más ?

¿ Sus heces no son compactas sino más bien blandas ?

¿ Vomita con frecuencia ?

Si le tocas el cuello ¿ palpas un bulto al lado de la tráquea ?

Si has contestado que sí a la primera pregunta y a alguna de las siguientes, debes ir ya mismo al veterinario para que revise a tu gat@. Además de comprobar el resto de sistemas (genito-urinario, hepático, cardiaco, etc) deberá medir los niveles de la hormona tiroidea en sangre.

Además de la glándula tiroidea se suele ver afectada la función renal, por lo que el tratamiento farmacológico y dietético deberá atender los dos problemas.

Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento empieza a dar sus frutos a los 10-15 días, en los que el gato empieza a recuperar peso, compactar las heces, deja de vomitar, y mejora su estado anímico.

Los controles sanguíneos de hormona tiroidea deben realizarse al mes, a los tres meses y, si todo va bien y la dosis del fármaco es la adecuada, cada seis meses.

La medicación no se debe suspender nunca, a no ser que produzca intolerancia en el animal, o alguna reacción alérgica. En ese caso, el veterinario recomendará su suspensión temporal hasta la remisión de los síntomas y la reintroducción a una dosis menor.

El gat@ hipertiroideo típico es un animal de 12 años, que generalmente estaba bien de peso, y que de repente empieza a adelgazar y a defecar con una consistencia más blanda sus heces. Está de peor humor y tiene hambre a todas horas. Este sería el perfil habitual, pero en otras ocasiones no es tan evidente. Lo mejor es revisar analíticamente –al menos una vez al año- a tu gat@ y, a partir de los 8 años, incluir en la analítica una determinación de la hormona tiroidea.