Excalibur, una víctima inocente

Igual que en el Lejano Oeste: primero se dispara y luego se pregunta.

Nadie duda que tomar decisiones es difícil. Y hay veces que, tomes la decisión que tomes, siempre hay gente descontenta con el resultado y que tiene sus razones. Pero cuando la decisión tiene consecuencias, hay que dejarse asesorar por expertos.

En esta ocasión parece que se ha decidido demasiado rápido y, lo que es peor, hemos perdido una oportunidad única.

El último estudio científico que se hizo sobre el ébola en perros, hace más de 10 años, concluía que un porcentaje significativo de los mismos presentaba una tasa de anticuerpos frente al virus, pero no se demostró que lo contagiaran. Sabiendo esto, parece lógico pensar que no era urgente sacrificar a Excalibur.

Más aún cuando sus propietarios se ofrecieron a colaborar y dejarlo en cuarentena para que su caso fuera estudiado. Me puedo imaginar lo mal que lo estarán pasando también por esto, lo frustrante que es perder a tu mejor amigo además de estar gravemente enfermo…

Una víctima inocente

Una oportunidad perdida

¿No hubiera sido más inteligente tenerlo en cuarentena, vigilado, y hacerle análisis periódicos para ver si estaba infectado?

Los estudios nos hubieran permitido conocer a fondo cómo se desarrolla -o no- la infección en los perros, y hubiera clarificado el protocolo ante futuras infecciones. Ahí sí, con conocimiento de causa, con pruebas, con estudios en los que habríamos sido pioneros, se sabría cómo actuar ante un nuevo caso.

Pero ha cundido el pánico y han hecho lo más fácil. Lo que pasa es que, en este caso, muerto el perro no se acaba el ébola.

D.E.P. Excalibur 😦