Voy con mi gato al veterinario. La primera visita.

La primera vez…a veces es demasiado tarde para hacer las cosas bien.

Voy a ser un poco más claro. Venga, me mojo del todo. Hay más gatos que no van nunca al veterinario que gatos que sí conocen a uno. Y cuando preguntas el porqué, te dicen que «porque siempre ha estado muy bien» y no lo veo necesario.

Para mí, eso es maltrato animal. Igual me he pasado, pero es lo que pienso.

Porque es necesario, pero no suficiente, querer a tu gato.

Porque es necesario, pero no suficiente, darles una buena alimentación.

Porque es necesario, pero no suficiente, llevarle al veterinario cuando le ves enfermo.

El buen manejo es la clave para evitar el estrés del gato en la clínica

Cariño, buena alimentación…y cuidados veterinarios, si quieres que tu gato viva sano mucho tiempo.

Lo que es necesario es llevarle, al menos una vez al año para revisarle y hacerle análisis, para comprobar que está tan bien como tú crees. Y es labor del veterinario educar al propietario para que así se haga. Pero es que a veces no tenemos esa oportunidad.

La primera visita al veterinario con tu gato -y la más importante- es nada más adoptarlo o comprarlo.  Aunque lo hayas comprado a un criador profesional, como los gatos de raza que venden en el Portal del Criador, y te asegure que ya está vacunado de todo y desparasitado, aun así, un veterinario debe revisar al gatito.

¿Por qué? Muy sencillo. Es habitual que los gatos se entreguen desparasitados, pero los productos utilizados habitualmente solo cubren una parte de los parásitos más comunes. Lo correcto es hacer un análisis de heces y, si el gato lo necesita (porque está parasitado), tratarlo con el producto adecuado para eliminar el parásito en cuestión. Así que no olvidemos llevar una muestra de heces el primer día.

Los buenos criadores, como tienen correctamente vacunadas y desparasitadas a las gatas, no entregan gatitos con parásitos. Darles un producto antiparasitario a un bebé puede producir una diarrea innecesaria justo cuando se le separa de su madre y se traslada a un nuevo hogar.

En la primera visita también es muy importante descartar enfermedades congénitas: problemas cardiacos, renales (si vamos a comprar un persa, por ejemplo), hernias…O enfermedades adquiridas (virus, parásitos internos, ácaros de los oídos, hongos, pulgas…), así como dar las recomendaciones alimentarias adecuadas, hablar de sus necesidades de juego, cepillado y baño, uso de los areneros (sí, estoy hablando en plural aunque haya un solo gato), uso del transportín, rascadores, etc.

Otro aspecto importante al que dedicamos tiempo en las primeras visitas es a educar al propietario en lo que debe hacer -y evitar- con su gato para que la convivencia entre ambos sea la idónea.

También se hablará de la esterilización (tanto si es un macho como si se trata de una hembra) aunque es un tema que se abordará más adelante, cuando tenga 6-7 meses de edad.

Finalmente, a la vista de la/las vacunas que tenga puestas, y según su edad, recomendaremos el protocolo de vacunas adecuado para que esté correctamente inmunizado frente a las enfermedades víricas más habituales.

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Miguel Ángel Valera

http://www.centauroveterinarios.com