-Hombre, papá, la bajaré yo siempre, pero si algún día estoy mala, o me voy un puente, o en vacaciones, ¿no me vas a ayudar? Como el año que me fui a Francia.
-Pues esto son cosas que te tienes que plantear ANTES de adoptar a una mascota ¿no crees?
-Claro, papá, si yo lo tengo claro. Pero en ocasiones así…
-Pues tienes que contar con los demás, es lo que te estoy diciendo. Tendrás que hablarlo con tu madre y con tu hermana, ya sabes que a mí me pueden cambiar los turnos y no me puedo comprometer. Hay años que no cogemos juntos las vacaciones y, además, tú ya vas un poco a tu aire…
-Papá, que ya soy mayor.
-Pues por eso, si eres mayor para unas cosas, también para las demás.
-Tendré que organizarme las vacaciones para que alguien se pueda hacer cargo de Dolsa.
-También están las residencias, hija. ¿No has pensado en esa solución?
-Prefiero que se encargue de ella alguien conocido, la verdad. Aunque, bien pensado, a lo mejor es una buena idea que la lleve alguna vez. Recuerda que en la boda de la prima, el año pasado, nos fuimos todos. Tendríamos que llevárnosla de boda, y no creo que sea una buena idea. Imagínate cómo nos pondría los vestidos…
-También podría venir algún vecino a casa para sacarla, y así no hay que llevarla.
-Otra opción es la de contratar a un paseador. Tenemos unos clientes que se dedican a eso, bajan a los perros las veces que tú les digas todos los días si estás fuera, o a mediodía si trabajas y no vienes a comer, y los precios son razonables.
-Pues ya está, decisión fácil. Si no puede encargarse tu madre o tu hermana, habla con esos señores para cuando te vayas de vacaciones y no te la puedas llevar.
-Tienes razón, pero no me importa, es una buena solución. Te avisaré si llega el caso porque, claro, les tengo que dejar las llaves de casa para que suban a buscarla.
-¿Y si estamos nosotros en casa?