Celebramos hoy el Día de difuntos, equivalente en el mundo anglosajón a Halloween (viene de all hallow´s eve, o víspera de difuntos), y es un día especial en el que recordamos a todos los que se han ido. Pensamos en nuestros familiares, amigos y, cómo no, en nuestras mascotas que se fueron al cielo.
Y es que ayer, viendo con mi familia “Tintin” en el cine -recomendable para niños y adultos- me acordé de mi perrita Sena viendo jugar a Milú con un Rottweiler que, a su vez, me recordaba a otro perrito que se fue llamado Zar…
En la clínica, a lo largo de tantos años de profesión, hemos visto cómo se apagaban muchas lucecitas especiales. Me vienen a la cabeza un Golden llamado Oliver, o Rasta, un caniche blanco, un Yorkshire más bueno que el pan llamado Yorky, Lucas el labrador, un gato blanco precioso llamado Lucky, mis perritas Sena, Durga, Molly…Les conocimos como bolitas peludas al poco de nacer, les vimos crecer y al final, tuvimos que despedirnos de ellos. Es injusto que vivan tan pocos años, así que tenemos que disfrutar de ellos mientras están con nosotros.
Y claro, también hay veces en que los papis se mueren antes que las mascotas…no puedo evitar recordar a la mamá de Molly, una cocker que adoptamos después del accidente de moto que se llevó a Cristina; o a Daniel, el papá de Copi, que perdió la batalla contra un cáncer de páncreas…para todos ellos nuestro recuerdo.
Gracias por el primer recuerdo que has tenido en tu comentario … no puedo escribir nada más …
KING!, ¡ay que penita!.
No hay un solo día en que no los echemos de menos. Fue un gran golpe perder a Neska, pero me alegro que estuviera en vuestras manos.
Hasta el día en que murió, en cuanto le dije: ¡vamos a ver a Conchita, a Maite, a Miguel Angel (siempre les digo lo mismo)!, incluso ese día, con lo malita que estaba, no dudo en mover el culete como si se le fuera a partir de la ilusión que le hacia veros.
Es un día especial para recordar a todos los que hemos perdido…. Aunque siempre estén presentes en ntro. corazon.
Dejadme que recuerde a mi Nutkyra, a la que sigo llorando. Fué un «ANGEL» en nuestras vidas. Aunque vosotros no estuvísteis con ella en sus dolorosos últimos momentos, desde sus dos meses la cuidásteis con todo el cariño y la profesionalidad que os caracteriza. Besos a los tres.
Una entrada preciosa… me ha emocionado… y es que ya son tantos para echar de menos: Altair (no la conocísteis, pero crecí con ella: nacimos prácticamente a la vez y vivió 12 años), Earvin, Gala,… y temiendo el día que también tengamos que despedir a Zarito… Está claro que tenemos que disfrutar de ellos cada día porque se nos van pronto…