Sí ayer era Carlos el que pasaba apuros (hoy apenas se ha quejado), hoy era Conchita la que ha pasado su penitencia por los 32 km que nos hemos regalado. Ha tenido un ratito de andar en plan «Chiquito de la Calzada» del dolor muscular en general, principio de ciatica, dolor de rodilla inespecífico y algo de un músculo que no conozco; y se ha dado a las drogas: se ha tomado una pastilla de «paracete-el-amol» o algo así, y otra de «y-voy-con-freno». Porque no llevábamos nada más encima.
Otra vez las previsiones se quedaron cortas porque las etapas se kilometran de pueblo a pueblo, sin tener en cuenta donde duermes, y a veces eso está lejos
😦
Lo verde del paisaje, el frescor que dan los árboles del bosque, el ver correr las aguas del río y la falta de sol directo han conseguido que, aunque dura, está etapa no fuera peor que la de ayer. Pero ha costado…lo bueno es que ya hemos hecho las 2 etapas más largas, a partir de ahora estarán en torno a 20 km diarios 🙂 , más o menos, más bien más si seguimos así.
Por cierto, aún no hemos visto a ningún peregrino por aquí. Seremos los únicos gili…… qué nos hemos creído que el Camino empezaba en Lourdes ?
Si ayer la vista de los prados y los valles a los pies de los Pirineos era imponente, el paseo por las veredas y senderos estrechos entre helechos (sin haberlo intentado me ha salido un pareado) no ha sido menos delicioso. Hoy hemos transitado de bosque en bosque (y tiro porque me toca) hasta llegar a Oloron, con su maravillosa catedral, patrimonio mundial de la humanidad.

Una joya, patrimonio de la humanidad.
Ha caído un chaparron mientras cenábamos. Mientras no nos llueva caminando, que llueva de vez en cuando. Vaya, otro pareado 🙂
Curiosidad del día: hemos visto una lombriz de 40 cm por lo menos. Adjuntaremos foto más adelante.
Hasta luego, Lucas !
Este post va dedicado especialmente a Nuria y Joaquín, ellos saben porqué 🙂
Cuidadín, no os hagáis pupita…